Ciudad artística y cultural

Street Art

En el centro histórico, no sabes dónde mirar: rotuladores pintados en la Place St Roch, otros trampantojos, collages, bicicletas en las paredes … Aquí, una luna sonriente pintada en un basurero, allá, un invasor del espacio de mosaico, allí plantillas con corazones …

Sin olvidar un pequeño recorrido por los muellesde Verdanson, ¡una auténtica galería de arte urbano!

El tranvía

Montpellier, un destino peatonal, se descubre a pie, en bicicleta o en tranvía. Aquí, nada de coches en el centro de la ciudad: descubre a los artistas callejeros, las terrazas de las cafeterías y las 4 líneas de tranvía que dan servicio a la ciudad.

Museos, exposiciones y festivales

Descubra los numerosos museos de la ciudad: arte clásico y la colección Soulages en el Musée Fabre, arte más contemporáneo en el MO.CO. y el MO.CO. Panacée, descubrimientos antiguos en el Museo Henri Prades -Espace Lattara, arte bruto en el Museo de Arte Bruto…

El Museo Fabre está instalado en un palacete del siglo XVIII. Desde el vestíbulo, déjese sorprender por el mosaico de Daniel Buren. En las salas dedicadas a las obras maestras clásicas y neoclásicas, admire la perfección de los cuadros de Rubens, Courbet, Delacroix…

Para emociones líricas, vaya a la Opéra Comédie. Siéntese en primera fila y deje volar su mente con la Orquesta Nacional de Montpellier.

Pasee por la Panacée, este centro de cultura contemporánea, entre fotos conceptuales y proyecciones digitales experimentales.

Montpellier también acoge numerosos festivales a lo largo del año… Festivales de música, cine, comedia, vino, teatro… Llénese de cultura.

Arquitectura contemporánea

A los amantes de la arquitectura contemporánea, les recomendamos un paseo por el Lez y luego por el barrio de Port Marianne, donde podrá admirar el soberbio Arbre Blanc.

En Port Marianne, ¡sumérjase en un ambiente de ciencia ficción! Siéntese un momento en el césped de la dársena Jacques-Coeur. Contemple este paisaje urbano con edificios firmados por grandes nombres.

La vidriera azul del imponente ayuntamiento diseñado por Jean Nouvel y François Fontès rivaliza con la membrana hinchable del Nuage, obra onírica de Philippe Starck.