Boussagues, pueblo medieval fortificado enclavado en un pliegue del alto valle del Orb, es la joya arquitectónica de la región. Sus señores construyeron aquí una ciudadela en el siglo XI (las Castellas o Château haut), desde donde dominaron económica y políticamente la zona. Una red de callejuelas medievales rodeadas de murallas se desarrolló a los pies de las Castellas durante los siglos siguientes, y en 1350 la ciudad contaba ya con 1.500 habitantes. Además de las Castellas, un itinerario patrimonial recorre el imponente castillo Bas (residencia señorial de los siglos XII-XVI), la iglesia románica de Notre-Dame de la Pitié, los restos de la iglesia gótica de la Trinité y la Maison du Bailli, excepcional residencia que guarda el recuerdo de Toulouse-Lautrec...