"La habitación de Le Pech
En armonía con la restauración decididamente contemporánea de todo el edificio.
La pureza del estilo nos devuelve al pasado y lo integra perfectamente. La luz mediterránea juega con las líneas elegantes y fluidas y subraya el confort de un lujo refinado y discreto.
Desde el segundo piso, la vista sobre los jardines y la piscina se extiende hacia las últimas ondulaciones del piedemonte. Es un nido acogedor: la ociosidad y el descanso son imprescindibles.
En armonía con la restauración decididamente contemporánea de todo el edificio.
La pureza del estilo nos devuelve al pasado y lo integra perfectamente. La luz mediterránea juega con las líneas elegantes y fluidas y subraya el confort de un lujo refinado y discreto.
Desde el segundo piso, la vista sobre los jardines y la piscina se extiende hacia las últimas ondulaciones del piedemonte. Es un nido acogedor: la ociosidad y el descanso son imprescindibles.