Creado por el arquitecto neozelandés Chris Pittman en 1991 en una finca de 80 hectáreas de monte bajo, el recorrido «Internacional» de 18 hoyos ofrece un interesante desafío para jugadores de todos los niveles. Sus características técnicas lo convierten en un campo desafiante, y los greenes son famosos por su calidad y velocidad.