La arquitectura y el diseñoDescubrimiento contemporáneo de Montpellier

Capital de la arquitectura y el diseño

Creo que es la primera cosa que salta a la vista cuando se visita Montpellier: su particular arquitectura. Aproveché una escala de unas horas en la ciudad para visitar el Montpellier Contemporain. ¿Te interesa? Entonces, ¡sígueme en esta desenfrenada jornada de descubrimiento!

Inicio estación de Saint Roch

Una cita con el diseño
Mi programa es bastante original, hay que reconocerlo: estoy aquí para visitar el Montpellier que algunas personas no buscan necesariamente. En mi caso, lo que me interesa es la arquitectura moderna de una ciudad que se adapta a los tiempos.

Inicio en la Nef Blanche
Son las 9:53 de la mañana cuando salgo del tren. ¡Qué maravilla estar aquí! ¡Tenía tantas ganas! Subo por las escaleras mecánicas que llevan hasta el hall de la estación y, allí… ¡sorpresa! Por encima de mí, una especie de gran nave con paredes blancas me da la bienvenida. Es como estar en una iglesia ultramoderna: ¡es un lugar absolutamente único!

Un tranvía de diseño
Y aquí estoy, en un tranvía azul decorado con golondrinas blancas, algo que no había visto nunca, de hecho. Nos cruzamos con otros de color dorado, con flores verdes y naranjas… También son bastante originales.

Antigone un decorado de cine

He dejado a un lado mi smartphone para poder disfrutar al máximo de lo que veo desde detrás del cristal del tranvía. El itinerario me permite descubrir la mediateca Émile Zola, ultramoderna y completamente de vidrio.

Es como estar en un barrio financiero norteamericano. El edificio que sigue es igual de moderno: se trata de la piscina olímpica de Antigone. Rodeada por el barrio que lleva su mismo nombre, sus aires grecorromanos diseñados por Ricardo Bofill son absolutamente únicos. Es como estar en un decorado de cine. Unos mástiles destacan en el techo de la piscina, ¡por lo que parece un paquebote gigante!

¡DESDE EL ÁRBOL BLANCO HASTA PORT MARIANNE!

En la otra orilla, veo el Árbol Blanco. Desde el bar situado en lo más alto, se pueden ver todos los tejados de Montpellier. Este gigantesco inmueble blanco con balcones suspendidos en el vacío supera la locura de algunas de las mayores proezas arquitectónicas de este siglo. Sou Fujimoto Architects, Nicolas Laisné Architectes, DREAM y Oxo Architectes lo hicieron realidad.

Port Marianne, el nuevo barrio de moda
Por fin, veo el ayuntamiento en la lejanía. Este paralelepípedoenorme creado por Jean Nouvel y construido en vidrio y aluminio azul me deja sin aliento. ¡Tengo que pararme para contemplar todos los detalles de cerca!

Prosigo con mi visita a pie para poder vagar por las calles del barrio de Port Marianne. Aquí no hay normas en cuanto a arquitectura: todos los edificios son distintos. Son modernos, de diseño, coloridos o con motivos. ¡Me encantaría vivir aquí!

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Desde la Nube (Le Nuage) HASTA LA LOCURA DIVINA (Folie Divine)

Paso por el estanque Jacques Cœur, donde la calma y la tranquilidad reinan: ¡poder contar con un lugar así en plena ciudad es un lujo! Siguiendo recomendaciones bien fundadas, camino hasta el «Nuage» (Nube) de Philippe Starck. Es un edificio de burbujas de aire pulsado que rebosa ligereza, suspensión y transparencia.

Cerca de allí, está el RBC Design, un edificio diseñado por Jean Nouvel (autor del nuevo ayuntamiento). Este lugar es un auténtico templo para los amantes del diseño en el que encontraremos objetos decorativos excepcionales y otras frivolidades contemporáneas. Su interior metálico y aéreo es igual de sorprendente que su envoltura, realizada con grandes letras.

Entre estos dos edificios, salen varios chorros de agua del suelo: se trata del Miroir d’Eau.

Siguiendo las vías del tranvía en dirección hacia el Odysseum, llego al pie de la Folie Divine (Locura Divina). De nuevo, mi sorpresa es mayúscula. Este inmueble es muy bonito y está bien pensado, a la vanguardia del diseño y de la modernidad. ¡Me encanta!

El diseño en el centro de la educación

Termino mi visita… en un instituto. Pues sí, has leído bien. En el Lycée Georges Frêche, para ser más precisos. Es imposible no ver esta estructura construida como un puzzle de triángulos de aluminio: ¡hacer que los alumnos se internen en una nave futurista es una auténtica genialidad por parte de Massimiliano Fuksas!

¡Incita a soñar! Me compré una napolitana de chocolate en la pastelería de prácticas del centro y me di cuenta de que no me había equivocado al venir aquí. Lo primero, la napolitana estaba deliciosa, pero, sobre todo, me recibió una obra de arte absolutamente sorprendente: una varilla de cocina verde gigante. «Emulsion» es una obra firmada por la artista plástica francesa Matali Crasset. Cuando te explican que la varilla de cocina es para la mayonesa lo que el aprendizaje y el conocimiento son para el alumno, todo cobra sentido, ¡sobre todo aquí!

El mejor plan:
El Lycée Georges Frêche cuenta con un bar-restaurante, un hotel y una tienda pedagógicos. En ellos, encontrarás bollería, pan, repostería y platos cocinados en función de la producción de los alumnos.