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Montpellier, una ciudad joven

Se grita en todos los idiomas, en el patio de la Panacée.

Este viernes por la tarde, como cada tarde de miércoles a sábado, el centro cultural contemporáneo les abre sus puertas a los juerguistas. Estudiantes extranjeros, jóvenes empresarios, parejas jóvenes y familias se encuentran allí para saborear » patatas bravas» que hacen la popularidad del lugar desde hace varios meses…

 «Es un lugar estupendo en Montpellier, cuenta Sami, que es para él su lugar de predilección. El verano, en el patio, bajo los árboles, hay un clima tranquilo, tenemos la sensación de estar lejos de la muchedumbre del centro de la ciudad, mientras que estamos solo a dos pasos… Y el invierno, nos calentamos bajo el armazón de madera del bar…

Y la Panacée no es una excepción: Montpellier está lleno de  lugares para ir de fiesta. Es verdad que con unos 70 000 estudiantes y un habitante sobre dos con menos de 30 años, la capital del Herault es una ciudad decididamente joven.

Y cuando los bares cierran las puertas a la 1 de la mañana (las 2 durante el verano), la juerga sigue en discotecas. Sin esperar, nos montamos al Amigo, el autobús gratuito que trae a los juerguistas sobre el dance-floors de la Metrópoli.

Cada año, Montpellier ocupa las primeras plazas del palmarés de «l’ Etudiant » de las ciudades universitarias donde es grato estudiar. Con 70.000 estudiantes, universidades fuertes  con proyección mundial y grandes escuelas prestigiosas, la capital del Hérault es un lugar fantástico para estudios universitarios post-bachillerato.

Cuadernillo de apuntes bajo el brazo, fuimos al encuentro de estudiantes en el campus, para pedirles por qué era tan grato elegir Montpellier para sus estudios. «Primero, el clima, reconoce Juliette, que acaba de empezar una licenciatura de psicología en la Universidad Paul-Valéry. El sol, es bueno para motivar las tropas. Empollar los cursos a la sombra de los pinos, sobre los céspedes de la facultad, o en los pequeños cafés del centro de la ciudad. Es bastante agradable.

En Montpellier, venimos también para estudiar porque sabemos que aquí, hay una efervescencia como en ninguna otra parte. Cualquiera que sea su campo de predilección, siempre hay algo que se prepara… «Vine para empezar mis estudios universitarios de ingeniero en Montpellier porque sabía que había muchas grandes empresas, como Dell o IBM, y hasta montones de start-up prometedoras, que son susceptibles de contratarme más tarde «, explica Thomás, 19 años.

Por todo esto, Montpellier seduce cada año más estudiantes, que vienen de toda Francia y hasta del mundo entero.

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