Gracias a su vínculo con el mar Mediterráneo, la cuenca de Thau goza ya de forma natural de una hermosa fauna y, en particular, de diversas variedades de peces. Entre otros, hay besugos, lubinas y salmonetes.
La cuenca también es conocida por su reserva natural de marisco, que en realidad se debe a varios siglos de intentos de cultivo. Gracias a todos estos intentos, en la actualidad existen varios criaderos de ostras y mejillones, así como de ostras y almejas, que pueden verse entre bastidores en las famosas marisquerías repartidas por la cuenca.