ciudad etapa del camino de Santiago
Los primeros escritos la mencionan desde el principio del siglo XII. Los peregrinos podían descansar en sus hostales, sus hospicios y consultar allí a sabios y médicos. También se paraban en Montpellier para venerar a la Virgen Negra en la iglesia Notre-Dame-des-Tables.
En aquella época, la inmensa mayoría de los «romieux» entraban en la ciudad por la puerta del Pila-Saint-Gély, tomaban la calle de la Vieille Aiguillerie, la calle del Collège, la calle Jacques Coeur luego la Gran Calle. Este itinerario era el más concurrido porque era ciertamente el más accesible.
No obstante, cada peregrino determinaba su trayecto en función de su estado de cansancio, de su fervor religioso y de su próxima ciudad de destino. Así, los que salían a venerar las reliquias de saint Guilhem dejaban Montpellier por el suburbio Saint-Guilhem, en cuanto a los que directamente se iban hacia Toulouse, salían de la ciudad por el suburbio de la Saunerie.