UN PUEBLO VIÑADOR
Durante siglos, el pueblo fue esencialmente dirigido por la agricultura y el trabajo de la viña. Una actividad vitícola, que decayó con el paso del tiempo, pero aun hoy día se conserva una Cooperativa y dos explotaciones.
Otra especialidad local, la piedra. Saint-Jean-de-Védas contaba tres canteras. Reputada por su dureza, sirvió para la construcción del acueducto de los Arcos (Arceaux) y de las mansiones del pueblo.
Respeto a los paseos, Saint-Jean-de-Védas no carece de ventajas. El campo de Terral es un lugar de paseo muy preciado. Un parque de tres hectáreas compuesto de un jardín a la inglesa, de un antiguo pinar y de un jardín de olores ofrece posibilidades múltiples.
A la entrada del campo, la Bodega de Terral, sala de espectáculo, propone una programación cultural variada: teatro, baile, música…
A descubrir también, tres espacios naturales: el macizo de Gardiole, la garriga de Lauze y el valle de Mosson que corre desde Grabels. La zona es clasificada Zona natural de interés ecológico, florístico y faunístico (ZNIEFF) porque tiene numerosas especies animales: libélulas, tortugas, nutrias, rollier de Europa, un ave turquesa en vía de desaparición.