Globalmente, el término «agricultura sostenible» se define como un equilibrio entre producción y respeto del medio ambiente.
Trata de definir un punto de mediación entre el deseo de productividad ligado a la modernización agrícola y las limitaciones, por necesarias que sean, de una agricultura que respete las normas medioambientales y sanitarias. Pero cuidado: no se trata de una agricultura ecológica, ya que está libre de ciertas limitaciones. Por ello, los productos llamados «razonados» no pueden reivindicar las siglas y el adjetivo «ecológicos».