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Patrimonio Castillos y "Folies" (mansiones)

Castillos y «Folies» (mansiones)

Montpellier y sus alrededores cuentan con magníficos castillos y Folies, «casas entre árboles», de principios del siglo XVIII.

A partir del siglo XVII, las familias de la nobleza de Montpellier hicieron construir casas de recepción en el campo: hermosas y grandes residencias secundarias para estas familias que vivían todo el año en sus mansiones privadas del centro de la ciudad, a las que se trasladaban con sus muebles y equipajes en cuanto hacía buen tiempo y que se llamaban «Folies».

Cabe distinguir también las Folies des champs, como las mansiones de Flaugergues y de la Mogère o de l’Engarran y las Folies des villes, a imagen del hotel Haguenot.

Montpellier cuenta con otras muchas «follies», elegantes casas de campo diseñadas para los aristócratas. Hoy es posible visitar la mayoría de estos jardines.

CASTILLO Y DOMAINE DE GRAMMONT

La finca de Grammont es un magnífico parque de 90 hectáreas y un castillo que parece haber estado allí desde la noche de los tiempos. Del antiguo priorato fundado en el siglo XII sólo queda la sala capitular, que se convirtió en el salón de bodas de Montpellier. Alrededor, en los inmensos prados, corredores y paseantes disfrutan del parque «del lado del jardín», mientras que «del lado del patio», los aficionados disfrutan del cercano teatro Zenith.

DOMAINE DE RESTINCLIERES

Aunque alberga una mansión, la finca de Restinclières es ante todo un lugar vivo que siempre ha tenido una actividad agrícola. En la comuna de Prades-le-Lez, la finca de 215 hectáreas, perteneciente al departamento de Hérault, se dedica ahora a la sensibilización y la educación medioambientales. Además de un jardín formal, la finca incluye bosques y un parque con senderos despejados. Un lugar ideal para los paseos dominicales y los picnics.

DOMAINE DE BIAR

Fue Luis XV quien donó esta finca, situada a orillas del río Mosson, en la comuna de Lavérune, al barón de la Mosson.

Plantada en su parque de más de 50 hectáreas y sus jardines a la inglesa, y salpicada por los caballos de la manada, la finca acaba de ser rehabilitada por su propietario, que incluye prestigiosas habitaciones de huéspedes y se utiliza como escenario de seminarios.

 

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