

Un poco de historia
Desde Fulcran Limozin, secretario del Rey que compró la finca en 1706, hasta el vizconde de Saporta, novena generación y actual propietario, la vida del castillo ha acompañado los avatares de los siglos.
Entre retratos de familia, yeserías y cuadros, la decoración atraviesa las cuatro estaciones y nos proyecta hacia el pasado. El vizconde pasea por los salones con muebles Luis XV o Imperio y conduce a sus invitados a un jardín a veces inglés, a veces francés.
Con vistas al antiguo huerto de la finca, el magnífico bufé de agua atestigua una influencia italiana. Gran fuente de estilo Rocaille, está decorada en policromía (ramilletes de conchas, mosaicos sobre fondo naranja y rojo, etc.). Clasificada como monumento histórico desde 1945, está alimentada por un acueducto situado en el interior de la finca, de 55 metros de longitud.